Franco, L.
The house of the rising sun es
una canción que pertenece al folclore norteamericano y se ha popularizado tanto
que desde su primera grabación a la actualidad varios músicos y bandas han recreado
su propia versión del tema bajo sus arreglos y modificaciones. El origen de la
canción es desconocido, aunque bien se puede ubicar una zona geográfica por la
explicita mención de la letra, sin embargo, de esta misma manera literal no se
puede hallar con el sitio o espacio de la llamada “casa del sol naciente”.
La primera grabación que se tiene
de esta canción la hizo Clarence Ashley en el año de 1933 bajo el nombre de
Rising sun blues quien afirmó haberla escuchado de su abuelo. Poco tiempo
después en 1937 Georgia Turner grabó su interpretación de Alan Lomax, quien
publicaría en uno de sus libros que el origen de la pieza era una conjunción
entre una melodía inglesa y los versos de Turner. Durante una década surgieron
varias versiones de la canción en su mayoría con la forma musical de blues,
como Joan Baez quien nombró a su pieza con el título por el que actualmente se
conoce; además de Bob Dylan y Nina Simone.
En la década de los 60’s un grupo de jóvenes músicos, que se desenvolvían en la euforia del fenómeno del rock provocado por la presencia de The Beatles en Norteamérica; dieron con la versión de la canción creada por Nina Simone de la cual se inspirarían para su pieza. Después de varias presentaciones y adecuaciones a la misma, consiguieron una canción con la cual serían mayormente recordados.
Por otra parte, menciona al padre
quien dice, fue un apostador ebrio que solo se sentía satisfecho cuando se
encontraba totalmente ebrio. Si es cierto que las acciones de los padres causan
una fuerte impresión en sus hijos, esto puede originar un comportamiento determinante en la
forma de pensar de los hijos. Esta parte refiere al camino trazado por su padre
y que desafortunadamente él continuaría.
El motivo de la canción es, quizás, mostrar una realidad que no es particularmente de una persona, sino una condición de una clase social, es por esto que antes de haber sido grabada ya era cantada y compartida entre el vulgo. Es correcto decir que la llamada “Casa del sol naciente” pudo haber existido y si no eso lo que menos importa, al menos para quienes no obtienen algún beneficio de este dato; lo relevante es que metafóricamente dicha casa ha existido en las diversas sociedades y ha sido albergue de apostadores, ganadores y perdedores; almas perdidas y sueños rotos. Quizás sea algún bar o cantina cerca de tu casa o la misma tienda de la esquina; a cielo abierto o bajo techo; ya seas anciano o joven cualquier spot (lugar) que acoja este tipo de personas, es esa la casa. En panoramas desoladores e inhóspitos, encontrarse con piezas artísticas que recuperen parte de esos mundos olvidados o inquietos es una manifestación de conciencia hacia (con) el otro.
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